Los arqueólogos descubrieron huellas de manos y huellas de 200,000 años de antigüedad en la meseta tibetana a una altitud de 4,269 metros sobre el nivel del mar, que podrían ser el arte rupestre más antiguo del mundo.
Según los científicos, un mundo secreto de animales y plantas, incluidas especies desconocidas, podría vivir en cuevas cálidas bajo los glaciares de la Antártida.
Con una envergadura de hasta 40 pies, Quetzalcoatlus ostenta el título de ser el animal volador más grande conocido que jamás haya agraciado nuestro planeta. Aunque compartió la misma época con los poderosos dinosaurios, Quetzalcoatlus no era un dinosaurio en sí.
Los restos fosilizados de un ictiosaurio que datan de poco después de la extinción masiva del Pérmico sugieren que los antiguos monstruos marinos surgieron antes del evento catastrófico.
Se cree que la criatura es un tipo de pliosaurio, temibles depredadores que tenían enormes cráneos, dientes gigantes y una fuerza de mordida más poderosa que la de un Tyrannosaurus Rex.
Un innovador estudio ha conseguido obtener por primera vez ADN humano a partir de un objeto de la Edad de Piedra. Utilizando un collar que tiene 20,000 años, los investigadores han podido identificar a quién pertenecía.