Los científicos que están estudiando la cima del monte Everest, la montaña más alta de la Tierra, han encontrado peces fosilizados y otras criaturas marinas que se han incrustado en la roca. ¿Cómo terminaron tantos fósiles de criaturas marinas en los sedimentos de gran altitud del Himalaya?
Los paleontólogos descubrieron los huesos fosilizados de una ballena prehistórica de cuatro patas con patas palmeadas frente a la costa occidental de Perú en 2011. Aún más extraño, los dedos de sus manos y pies tenían pequeñas pezuñas. Poseía dientes afilados como navajas que usaba para atrapar peces.
El fósil del cuarto espécimen descubierto de un titanosaurio puede reforzar la teoría de que los dinosaurios viajaron entre América del Sur y Australia.
Después de que los investigadores observaran una similitud definitiva entre varios habitantes del fondo marino, a una especie de carnívoro del océano poco conocida se le ha asignado un nuevo lugar en el árbol evolutivo de la vida.
En las costas rocosas de Gibraltar, los arqueólogos han descubierto una nueva cámara en un sistema de cuevas que fue lugar de reunión de algunos de los últimos neandertales sobrevivientes de Europa.
Meganeuropsis permiana es una especie extinta de insecto que vivió durante el período Carbonífero. Es conocido por ser el insecto volador más grande que jamás haya existido.
Una civilización de Tipo V estaría lo suficientemente avanzada como para escapar de su universo de origen y explorar el multiverso. Una civilización así habría dominado la tecnología hasta el punto de poder simular o construir un universo personalizado.
El bisonte notablemente bien conservado fue descubierto por primera vez por mineros de oro en 1979 y entregado a los científicos como un hallazgo raro, siendo el único ejemplo conocido de un bisonte del Pleistoceno recuperado del permafrost. Dicho esto, no impidió que los investigadores gastronómicamente curiosos prepararan un lote de estofado de cuello de bisonte de la era del Pleistoceno.
Los gliptodontes eran grandes mamíferos acorazados que crecían hasta alcanzar el tamaño de un Volkswagen Beetle, y los nativos se refugiaban dentro de sus gigantescos caparazones.