Quetzalcoatlus: la criatura voladora más grande de la Tierra con una envergadura de 40 pies

Con una envergadura de hasta 40 pies, Quetzalcoatlus ostenta el título de ser el animal volador más grande conocido que jamás haya agraciado nuestro planeta. Aunque compartió la misma época con los poderosos dinosaurios, Quetzalcoatlus no era un dinosaurio en sí.

Quetzalcoatlus norteropi, el animal volador más grande que jamás haya existido, vagó por los cielos durante el Período Cretácico Tardío, Hace aproximadamente 100 a 66 millones de años. Perteneciente a la familia de los pterosaurios, no a los dinosaurios, esta magnífica criatura poseía una envergadura de alas que oscilaba entre 37 y 40 pies, lo que la convertía en una vista impresionante en los cielos antiguos.

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Quetzalcoatlus norteropi, Una especie extinta de pterosaurio que existió durante el período Cretácico Superior en América del Norte. La criatura era tan alta como una jirafa y pesaba alrededor de 250 kilogramos. ResearchGate / Uso justo

El Quetzalcoatlus, que lleva el nombre del dios mesoamericano Quetzalcóatl, no era un dinosaurio, sino un reptil volador. Pertenecía a un grupo de pterosaurios conocidos como azdárquidos, que se caracterizaban por su gran tamaño. Quetzalcóatlus northropi estaba entre varios azdárquidos que compartían un tamaño similar, siendo algunos ejemplos notables Arambourgiania filadelfia, Hatzegopteryx thambema, y Cryodrakon boreas.

Los investigadores han realizado extensos estudios sobre Quetzalcoatlus y se han publicado seis artículos que proporcionan la comprensión más completa sobre esta criatura hasta la fecha. Estos artículos profundizan en diversos aspectos de su vida, incluyendo su hábitat, anatomía, movimiento y hábitos alimentarios.

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Restauración de vida de un grupo de gigantes. Quetzalcoatlus norteropi. Un pterosaurio ha capturado un titanosaurio juvenil, mientras los demás acechan entre los matorrales en busca de pequeños vertebrados y otros alimentos. Wikimedia Commons

La anatomía de Quetzalcoatlus es verdaderamente notable. Tenía un cuello inusualmente largo y rígido, característico de la familia Azhdarchidae de pterosaurios avanzados desdentados. Su estructura alar única consistía en un cuarto dedo alargado que sostenía una membrana, diferenciándolo de las aves donde el segundo dedo desempeña un papel similar. El ala se extendía por unos impresionantes 12 metros o 40 pies, lo que permitía a Quetzalcoatlus volar por los cielos con tremenda gracia y poder.

Para comprender mejor su comportamiento, los científicos han reconstruido meticulosamente la anatomía de Quetzalcoatlus basándose en fósiles bien conservados. Estos fósiles han proporcionado información valiosa sobre sus capacidades físicas y su estilo de vida. Por ejemplo, se cree que Quetzalcoatlus tenía la capacidad de volar hasta 80 millas por hora durante 7 a 10 días, alcanzando altitudes de 15,000 pies. Este increíble alcance le permitió cubrir distancias de entre 8,000 y 12,000 millas, lo que lo convirtió en un verdadero maestro de los cielos.

Quetzalcóatlus
Ilustración 3D del pterosaurio Quetzalcoatlus. iStock

En lo que respecta a la locomoción, Quetzalcoatlus mostró un andar único debido a que sus largas alas tocaban el suelo cuando estaban plegadas. Era bípedo y dependía de sus fuertes patas traseras para iniciar el despegue. Saltando y batiendo sus alas, podía ascender rápidamente en el aire y comenzar su majestuoso vuelo.

Los hábitos alimentarios de Quetzalcoatlus se parecían a los de las garzas y garcetas. Al igual que estas aves modernas, escarbaba en el barro en busca de alimento y cazaba pequeñas presas tanto en el aire como en la tierra. Su estrategia de alimentación le permitió mantener su enorme tamaño y sus necesidades energéticas.

A pesar de la gran cantidad de información recopilada en los artículos, aún quedan algunas preguntas sobre Quetzalcoatlus. Por ejemplo, la forma exacta de las membranas de las alas y su unión al cuerpo aún están sujetas a más investigaciones e investigaciones.

Se cree que Quetzalcoatlus estaba cubierto de picnofibras, fibras parecidas a pelos que eran diferentes al pelo de los animales.

Desafortunadamente, el Quetzalcoatlus, junto con muchas otras especies, fue víctima de la devastadora Evento de extinción masiva de KT, que ocurrió hace unos 65 millones de años. Este evento resultó en la extinción de tres cuartas partes de las especies de plantas y animales de la Tierra, incluida esta. majestuoso reptil volador.

Los primeros fósiles de Quetzalcoatlus fueron descubiertos en 1971 en Texas, Estados Unidos. Desde entonces, los investigadores han seguido descubriendo más fósiles, logrando una comprensión más completa de esta impresionante criatura.

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Ilustración 3D del dinosaurio Tyrannotitan atacando al pterosaurio Quetzalcoatlus. iStock

Es importante señalar que a pesar de vivir junto a los dinosaurios, Quetzalcoatlus no evolucionó hasta convertirse en aves. Las aves son el único linaje superviviente de la familia de los dinosaurios, mientras que los pterosaurios, incluido Quetzalcoatlus, eran un grupo separado de reptiles voladores.

En conclusión, Quetzalcóatlus northropi sigue siendo una criatura icónica del Período Cretácico Superior. Su enorme tamaño y sus impresionantes adaptaciones le permitieron dominar los cielos como ningún otro animal antes o después. Las investigaciones y exploraciones científicas en curso continúan revelando nuevos conocimientos sobre la vida y el comportamiento de este magnífico pterosaurio, ayudándonos a apreciar las maravillas del mundo antiguo y la increíble diversidad de vida que una vez prosperó en nuestro planeta.


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