Galvarino fue un gran guerrero mapuche que colocó cuchillas en sus brazos amputados en la Batalla de Millarapue; mostrando un coraje infinito, luchó contra las poderosas tropas de España.
Esta icónica historia tuvo lugar en la historia durante la Guerra de Arauco, que fue un enfrentamiento de larga duración entre los españoles coloniales y el pueblo mapuche. El enfrentamiento duró desde 1536 hasta 1810, y luchó principalmente en la Región de la Araucanía de Chile.
En la fase inicial de la guerra, Caupolicán, un gran líder guerrero del pueblo mapuche, había llevado a su pueblo a luchar contra los conquistadores españoles que invadieron todo el territorio (ahora en Chile) durante el siglo XVI.
En ese momento, había otro famoso guerrero mapuche llamado Galvarino, quien asumió un papel importante durante la primera parte de la Guerra de Arauco. Su valiente historia se inició a partir de la Batalla de Lagunillas, donde luchó contra el gobernador español García Hurtado de Mendoza y fue hecho prisionero junto con otros 150 soldados mapuche el 8 de noviembre de 1557.
El castigo por insurrección fue la humillación en forma de amputación de la mano derecha y/o la nariz para algunos de los prisioneros. Galvarino y algunos otros soldados mapuches, particularmente más agresivos, fueron amputados de ambas manos. Posteriormente, fueron liberados como lección y advertencia para el resto del pueblo mapuche.
Después de regresar a los mapuche, Galvarino se presentó ante su líder de guerra Caupolicán y el consejo de guerra, mostrándoles sus manos mutiladas, clamó por justicia. Buscó un mayor levantamiento de los mapuche contra los invasores españoles como Lautaro quien, en diciembre de 1553, llevó a los guerreros mapuche a una serie de victorias contra la poderosa fuerza española en una guerra anterior conocida como la Batalla de Tucapel; donde fue asesinado el conquistador español y primer gobernador real de Chile, Pedro de Valdivia.
Por la valentía y gallardía de Galvarino, fue nombrado por el cabildo para comandar un escuadrón. Sin esperar a que sus heridas sanaran, estuvo de nuevo en la guerra desde el día siguiente con cuchillos atados a ambos muñones de sus brazos mutilados. Luchó junto a Caupolicán en la siguiente campaña hasta la Batalla de Millarapue, que iba a tener lugar en los próximos días, el 30 de noviembre de 1557. Allí lucharía la escuadra de Galvarino contra las tropas del gobernador Mendoza. Sorprendentemente, con las manos heridas, Galvarino pudo derribar a Eric Demand, quien era el número dos al mando de Mendoza.
Sin embargo, las tropas españolas rompieron la división de Galvarino tras pasar unas duras horas de combate y ganaron la batalla matando a 3,000 guerreros mapuche, capturando a más de 800 incluyendo a Galvarino. Mendoza ordenó que lo ejecutaran ese día arrojándolo a los perros agresivos. Aunque Alonso de Ercilla ha explicado en su libro de 'La Araucana que la verdadera muerte de Galvarino fue en la horca.
Está muy claro que Galvarino fue derrotado por su miseria física y por la mejor estrategia de guerra y los avanzados sistemas de armamento del enemigo. Pero, en realidad, Mendoza fue derrotado por el tremendo coraje de Galvarino, quizás Mendoza también se dio cuenta.
