Síndrome de la mano alienígena: cuando tu propia mano se convierte en tu enemiga

Cuando dicen que las manos ociosas son juguetes del diablo, no estaban bromeando. Imagínese acostado en la cama durmiendo plácidamente y un fuerte apretón envuelve su garganta de repente. Es su mano, con mente propia, un trastorno llamado Síndrome de la mano alienígena (AHS) o síndrome del Dr. Strangelove.

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El término se utiliza para una variedad de afecciones clínicas en las que una persona experimenta que sus extremidades actúan aparentemente por sí mismas, sin control sobre las acciones, y con mayor frecuencia afecta la mano izquierda.

Por lo general, ocurre en algunos casos después de neurocirugías en las que los dos hemisferios del cerebro se separaron quirúrgicamente, así como accidentes cerebrovasculares, infecciones, tumores, aneurismas, migrañas, lesiones cerebrales y afecciones cerebrales degenerativas específicas como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.

Los que padecen el síndrome de la mano alienígena están en una batalla constante por el control de las acciones de sus propias extremidades. La enfermedad se identificó por primera vez en 1909 y, afortunadamente, los casos reales son tan raros que apenas son una estadística, solo se han registrado entre 40 y 50 casos desde su identificación y no es una enfermedad potencialmente mortal.

Desafortunadamente, la rareza y la naturaleza no amenazante del síndrome de la mano alienígena ha provocado una falta de investigación de calidad y datos concretos, lo que resulta en una condición que es en gran parte misteriosa. Por lo tanto, todavía no existe cura para este extraño trastorno neurológico. La mejor opción es mantener esa mano lo más ocupada posible. Sin embargo, un estudio reciente ha descubierto nuevas pistas que ayudan a identificar la parte del cerebro que está activa durante los episodios de AHS.