Para aquellos que se preguntan, la biblioteca de Alejandría era una enorme biblioteca en Egipto que fue destruida hace más de 1,300 años. La biblioteca constaba de miles de pergaminos y libros sobre matemáticas, ingeniería, fisiología, geografía, planos, medicina, obras de teatro y escrituras importantes.
De hecho, la Biblioteca de Alejandría formaba parte de un museo y un centro de investigación científica dedicado al conocimiento. Fue construido durante el reinado de Ptolomeo II Filadelfo entre el 284 y el 246 a.C.
Los gobernantes ptolemaicos de Egipto fomentaron el progreso y la recopilación de conocimientos. Otorgaron becas a científicos, filósofos y poetas para que vinieran a vivir a Alejandría. A cambio, los gobernantes recibían consejos sobre cómo gobernar su vasto país.
En Alejandría, la sed de libros era tan grande que estaba escrito que a los barcos que llegaban se les ordenaba que entregaran sus libros, que eran tomados y copiados por los escribas. Los propietarios recibieron la copia y los originales se conservaron y colocaron en la Biblioteca de Alejandría.
Pensadores de todo el Mediterráneo solían venir a Alejandría a estudiar. La mayor parte del trabajo más importante de las civilizaciones antiguas hasta ese momento se perdió. Si la biblioteca hubiera sobrevivido hasta el día de hoy, es posible que la sociedad hubiera sido más avanzada y seguramente sabríamos más sobre el mundo antiguo.
Pero, ¿cuándo y cómo fue realmente destruida esta gran biblioteca?
La destrucción de la Biblioteca de Alejandría, también conocida como Mouseion, no es un evento claro con una sola causa. Es más bien una disminución en el tiempo debido a varios factores. Aquí hay un desglose de las principales teorías:
- Guerra Civil de Julio César (48 a. C.): algunos relatos mencionan que las fuerzas de Julio César prendieron fuego accidentalmente a los muelles durante una batalla, que supuestamente se extendió a la Biblioteca. Sin embargo, la evidencia sugiere que la Biblioteca (o al menos partes de ella) sobrevivió o fue reconstruida poco después.
- Decadencia gradual (período romano): la falta de financiación y apoyo durante el período romano probablemente provocó el declive de la biblioteca.
- Conquista árabe (640 d. C.): una historia famosa culpa a la conquista árabe de Alejandría por la destrucción de la Biblioteca. Sin embargo, la mayoría de los estudiosos ahora creen que la biblioteca ya estaba en ruinas en ese momento.
Si bien se debaten los detalles exactos, es seguro decir que el declive de la Biblioteca ocurrió a lo largo de siglos, no un solo evento.
Entonces, ¿qué nos perdimos realmente cuando la Biblioteca de Alejandría fue destruida?
La destrucción de la Biblioteca de Alejandría se ha considerado un evento catastrófico, no sólo por la pérdida de grandes cantidades de información sino también por la posible pérdida de ideas e inventos innovadores que podrían haber dado forma a nuestro mundo actual.
La biblioteca albergaba un número estimado de 40,000 a 500,000 textos de diversos orígenes y temas diversos. El gran volumen de información que contenía lo convierte en un tesoro para los historiadores e investigadores modernos. Sin embargo, lo que realmente hace que su destrucción sea trágica es la posible pérdida de ideas e invenciones que podrían haber tenido un gran impacto en nuestro mundo actual.
Una de esas pérdidas es la de las obras escritas de Ctesibius. Ctesibius, un renombrado inventor y matemático, era conocido como el "padre de la neumática" debido a su estudio y fascinación por el aire comprimido. Un invento notable fue un reloj que podía activar mecanismos en momentos preestablecidos, como una estatua que podía levantarse por sí sola y servir libaciones durante los lujosos desfiles organizados por Ptolomeo II. Lamentablemente, ninguna de sus obras escritas sobrevivió hasta el día de hoy.
Otra pérdida significativa fue la de los Pinakes, un catálogo bibliográfico monumental que no se limitaba a enumerar libros sino que también proporcionaba información biográfica sobre los autores y evaluaciones de autenticidad. Este catálogo habría sido de gran utilidad para los bibliotecarios a la hora de gestionar una colección de textos tan enorme. Desafortunadamente, este texto, junto con muchos otros de la biblioteca, se perdieron durante su destrucción.
Eratóstenes, bibliotecario jefe de Alejandría durante su apogeo, logró uno de los mayores logros científicos de la antigüedad. Dedujo que la Tierra era redonda y calculó su circunferencia, una hazaña que no se repetiría en los siglos venideros. Al medir la distancia entre Alejandría y Siene y determinar que estaban situadas en el mismo meridiano, Eratóstenes concluyó que la circunferencia de la Tierra estaba entre 39,060 y 40,320 kilómetros. Para poner esto en perspectiva, las estimaciones modernas sitúan la circunferencia de la Tierra en 40,075 kilómetros. Científicos notables en siglos posteriores hicieron referencia a este impresionante cálculo de Eretóstenes, pero sus obras escritas también se perdieron durante la destrucción de la biblioteca.
Los descubrimientos recientes ponen de relieve aún más el alcance del conocimiento y los avances en matemáticas durante la antigüedad. Se creía que la combinatoria, un campo de las matemáticas que se ocupa de disposiciones y combinaciones de objetos, era relativamente moderna. Sin embargo, en sus diálogos, Plutarco hace referencia a una conversación en la que Crisipo afirma que el número de entrelazamientos de diez afirmaciones simples supera el millón. Otro matemático, Hipasus, lo contradice y muestra que en realidad existen 103,049 entrelazamientos. En 1994 se descubrió que este número corresponde al décimo número de Schröder, que indica el número de formas en que se puede poner entre paréntesis una secuencia de diez símbolos. Este descubrimiento demuestra que durante la antigüedad se trabajaban problemas matemáticos de gran complejidad.
Si bien estos son sólo algunos ejemplos de lo que potencialmente hemos perdido con la destrucción de la Biblioteca de Alejandría, se cree que hubo innumerables otras ideas e inventos innovadores que nunca fueron compartidos ni registrados. La biblioteca era un centro de intercambio y colaboración intelectual, y es imposible estimar qué avances se podrían haber logrado si no hubiera sido destruida.
La pérdida de la Biblioteca de Alejandría no fue sólo una pérdida de información, sino un golpe devastador para el progreso del conocimiento humano. La destrucción de esta gran biblioteca sirve como recordatorio de la fragilidad de nuestro pasado y la importancia de preservar nuestra historia y conocimiento para las generaciones futuras. Es una pérdida trágica que todavía nos impacta hoy, ya que solo podemos imaginar los increíbles avances que podríamos haber logrado si la biblioteca no hubiera sido incendiada.