Los arqueólogos en Israel han descubierto evidencia fascinante de cirugía cerebral realizada durante la Edad del Bronce Final, que data de más de 3,500 años. El descubrimiento se realizó en la antigua ciudad de Megiddo, que estuvo habitada durante la Edad del Bronce. Las excavaciones fueron dirigidas por un equipo del Instituto Joukowsky de Arqueología y el Mundo Antiguo de la Universidad de Brown.
El descubrimiento de la cirugía cerebral en tiempos prehistóricos es raro, y este último hallazgo ofrece interesantes posibilidades sobre las prácticas médicas de los pueblos antiguos. Los investigadores creen que la cirugía se realizó en la antigüedad para aliviar los síntomas de la epilepsia, que encontraron en un cráneo.
En 2016, mientras excavaban el sitio histórico, debajo del piso de un edificio de la Edad del Bronce Final, los arqueólogos descubrieron los restos de dos jóvenes hermanos de clase alta que vivían en Megiddo alrededor del siglo XV a. El equipo descubrió que uno de los hermanos se había sometido a una trepanación con muescas angulares, una forma de cirugía craneal, no mucho antes de fallecer.
El proceso de cirugía implica cortar el cuero cabelludo, tallar cuatro líneas que se cruzan en el cráneo para hacer un agujero de forma cuadrada que los investigadores creen que fue hecho con una pequeña herramienta con un borde afilado y biselado, posiblemente por un cirujano capacitado. La trepanación se encuentra en la parte superior del cráneo del hombre, por encima de la frente y probablemente fue el ejemplo más antiguo de tal procedimiento en el Antiguo Cercano Oriente.
Los restos también mostraron signos de que el individuo también había sufrido un traumatismo craneal, probablemente causado por un instrumento contundente, antes de que se realizara la cirugía. El cráneo del hombre se había curado y vivió varios años antes de su muerte.
El descubrimiento de la cirugía cerebral en la antigüedad es particularmente interesante, ya que muestra que incluso en la antigüedad, los seres humanos eran capaces de prácticas médicas avanzadas. Los investigadores creen que esta cirugía fue realizada por médicos especializados que jugaron un papel crucial en la sociedad antigua.
Los hallazgos han sido publicados en el International Journal of PLoS ONE, discutiendo la práctica y la efectividad de tales cirugías en la era antigua. Afirmaron: “La presencia de una trepanación en el Individuo 1 representa además una intervención inusual y de alto nivel que indica el acceso a los servicios de un médico capacitado que administró este tratamiento poco antes de la muerte. Esta trepanación ilumina así la intersección de la circunstancia biológica y la acción social en la antigüedad”.
Sin embargo, los investigadores notaron que todavía hay mucho que los arqueólogos deben descubrir en los últimos 200 años para saber más sobre la trepanación.
Por ejemplo, no está claro por qué algunas trepanaciones son redondas, lo que indica el uso de un taladro analógico, mientras que otras son cuadradas o triangulares. Además, no está claro qué pueblos antiguos estaban tratando de curar y qué tan frecuente era el tratamiento en cada región.
Según datos históricos, Megiddo estaba situado sobre una ruta terrestre importante conocida como Via Maris que unía Egipto, Siria, Mesopotamia y Anatolia hace 4,000 años. En el siglo XIX a. C., la ciudad se había convertido en una de las más ricas de la región, ya que rebosaba de templos, palacios, puertas, fortificaciones y mucho más. Y los restos de los dos hermanos, según los investigadores, procedían de una zona residencial junto al palacio de Megido de la Edad del Bronce tardío, lo que indica que eran ciudadanos de élite y quizás incluso de la realeza.
El estudio también destaca la importancia de las excavaciones que se están realizando y el valor de examinar los restos de los pueblos antiguos. Al examinar fragmentos de huesos y artefactos del pasado, los arqueólogos pueden juntar evidencia sobre las sociedades antiguas y sus creencias, prácticas y conocimientos médicos.
Este descubrimiento de la cirugía cerebral prehistórica ha abierto una nueva vía de investigación y hallazgos en el campo de la paleopatología, que implica estudiar patologías y enfermedades antiguas, y revelar cómo los humanos se han adaptado y evolucionado para sobrevivir.
A medida que avanza la tecnología y se realizan nuevos descubrimientos, todavía hay mucho que aprender sobre nuestro pasado antiguo y las pistas potenciales que contiene para nuestra historia médica y social.