Louis Le Prince, un inventor brillante, poseía el potencial para convertirse en una de las figuras más influyentes de la Francia del siglo XIX. A pesar de estar muy adelantado a su tiempo e incluso acreditarse con la creación de la primera película del mundo, su nombre sigue siendo relativamente desconocido.
Esta oscuridad proviene de un incidente misterioso que ocurrió durante el viaje de Le Prince a Estados Unidos en 1890. Después de revisar sus pertenencias y abordar un tren de Dijon a París, aparentemente se desvaneció en el aire a su llegada.
En particular, las ventanas de la cabina de Le Prince estaban bien cerradas, los demás pasajeros no reportaron disturbios y, sorprendentemente, su equipaje también desapareció misteriosamente. Las búsquedas exhaustivas realizadas en todo el tren no arrojaron señales ni de él ni de sus pertenencias.
Han surgido varias teorías con respecto a esta desconcertante desaparición. Algunos sugieren que los problemas financieros dentro de la familia de Le Prince podrían haber influido, mientras que otros proponen un intrincado complot suicida a pesar de que planea mostrar avances significativos en su campo en el extranjero. Incluso se especula sobre la posible participación de Thomas Edison; un competidor estadounidense que obstaculizó activamente las patentes de Le Prince en los Estados Unidos mientras correspondía filtrando los diseños de la cámara de Edison en Francia antes de que pudiera obtener las patentes europeas.
Aunque Edison y el hombre desaparecido tenían una relación tensa, no hay evidencia que vincule a Edison con la desaparición del hombre. Además, todavía no tenemos ni idea de cómo desapareció el hombre. Intrigantemente enigmático pero innegablemente logrado, Louis Le Prince permanece envuelto en misterio, perdido para siempre en ese fatídico viaje en tren.